ACTIVIDAD
1) LEER CON ATENCION DE MANERA COMPRENSIVA ARTICULO QUE SE PRESENTA A CONTINUACION Y LUEGO RESPONDER LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
A- Explica con tus palabras de qué se trata el artículo.
B- ¿Alguna vez escribiste una carta? ¿intentaste mandársela a alguien? ¿Cuál fue el medio que utilizaste?
c- ¿Con qué otro dispositivo tecnológico podes vincular este relato y tu vida cotidiana?
Publicado
por Gaby Beneroso http://blogs.opinionmalaga.com/eldulceporvenir/2011/03/02/nuevas-y-viejas-tecnologias/
Hace semanas me contó mi amigo José Luis que
su hija le preguntó cómo se escribía una carta; no se refería a las fórmulas
para la redacción, que eso ya se lo enseñaron en el instituto, quería preguntar
qué hacía ahora con aquel papel escrito. Me consta que Carmen, hija de José
Luis, a quien conozco desde pequeñita se mueve por Internet con toda agilidad y
que está -todo lo que un humano adolescente puede estar- al día en los nuevos
métodos de comunicación y redes sociales. Su padre le explicó que debía
introducir aquella hoja en un sobre y luego pegarle un sello; su hija preguntó
qué era un sello. Tras la sorpresa inicial, mi amigo reflexionó; en efecto,
después de un rápido repaso por los principales hechos vitales que él recordaba
de su hija, en ningún momento vio por las ventanas de la memoria que aquella
chica hubiese tenido la necesidad de remitir un mensaje mediante esa tan
antigua tecnología de la escritura acompañada de los necesarios rituales para
su envío.
Desde cualquier punto del planeta donde
hubiese estado, y créanme que, Carmen aunque muy joven ya ha estado en muchos
más que su padre y yo a pesar de nuestra ya muy avanzada juventud, siempre usó
el ordenador o el teléfono móvil para enviar saludos e impresiones de viaje en
el mismo momento en que llegó a su destino. Incluso fotos al instante de ser
tomadas volaron desde su cámara al móvil de su padre que con una sonrisa las
compartía durante horas con quienes anduviésemos a su lado. Estas nuevas
generaciones dominan la comunicación mientras no se interrumpa el suministro
eléctrico. Problemas de canal.
Continuando con mi
historia, una vez recibidas instrucciones acerca del sentido del remite y el
espacio apropiado para indicar la dirección en el sobre, ya comprendido el
asunto del sello, su importancia más allá de las colecciones y la necesidad de
que figure en el exterior, apareció la incógnita de cómo llegaría la carta a su
destino. El buzón. Su padre se rió, yo me reí cuando me contó la anécdota. Pero
causalidades de la vida, algunas fechas después del relato, cuando me veo
obligado a usar este método clásico de comunicación escrita, llevo ya dos días
con la carta y su parafernalia de sellos, remites, afmo., atto., sin otro
particular y demás, dentro de mi bolsillo porque no he encontrado un buzón a mi
paso que me recuerde esta misiva urgente que camina junto a mi corazón en el
bolsillo interno de la chaqueta. Espero que esta carta no sea como esos malos amoríos
de una noche que por no saber despedirse se instalan en casa varios años. Ya
digo que es un asunto muy urgente. Yo que crecí sin ordenadores ni microchips
reaccionaba ante el amarillo del buzón como los perros de Paulo v al sonido de
las campanas, no con hambre como ellos, sino con el timbre interno de aviso de
que debía introducir el sobre que llevara conmigo por aquella apertura a mi
paso. Han cambiado los tiempos y los buzones. La mayoría se encuentra en
comercios, disminuido su tamaño como si el destino del correo hubiese sido
dispuesto por una tribu de jíbaros, a veces en el suelo junto a la papelera
como avergonzados por esa obsolescencia que ni ellos ni yo esperábamos ver,
quizás un anuncio de la mía. Ahora para el envío de una carta a la antigua
usanza tendré que programar la agenda electrónica del móvil y que me avise de
que me dirija a la oficina de correos más cercana. Tendré que consultar a algún
adolescente, a mi sobrino Adri por ejemplo, cómo se usa esta nueva tecnología
que apenas empleo y comprendo mal. Además de los saltos y enfrentamientos
generacionales por cuestiones como moda, música y filosofía vital, ahora
aparece la brecha técnica. Es verdad que la vida es una lucha permanente.